24 de octubre de 2013

Tú. Te amo.

Tú... Tú, mi amada... Tú, a quien he prometido tantas veces el mundo. Tú, que me has amado cuando nadie más lo ha hecho. Tú, que me arropas cada noche pegada a mí... Tú, que intentas corregir mi forma de ser, para protegerme del mundo. Es por ti por quien muero, amada mía. Tú, que en dos años te has convertido en la razón de mi ser. Tú... Es tu nombre el que llevo tatuado. Tatuado en mis costillas, esos huesos que protegen los pulmones, los órganos por los cuales respiramos ese oxígeno directo a la sangre, que hace que nuestro corazón bombee. Ese oxígeno por el que vivimos. Tú, que luchas por un mundo justo, por la igualdad y por el amor. Por nosotras. Brindo por ti, con una copa llena de mis recuerdos, todas mis sonrisas, cada uno de mis escritos, por todas las emociones y sentimientos vividos. Brindo por nosotras, por que esto nunca acabe. Por pasar esta Navidad junto a ti, y la siguiente, y la de después... Por que el futuro llegue como lo esperamos. Por nuestros futuros ángeles. Por nuestro amor. Por la justicia y la igualdad, por que un día podamos besarnos sin miedo por la calle. Brindo con todas mis lágrimas y mis sonrisas, y con este brindis, te brindo a ti, mujer de mis sueños, amor de mi vida, que cumplas tu promesa de amarme eternamente. Tú, que mereces todo el placer recibido, todas las caricias y besos que llegaré a darte durante el resto de mi vida... Protege mi alma, porque es tuya. Así que no rompas esto, no rompas este brindis de la eterna felicidad, porque aquí, en esta copa de toda una vida, va mi alma. Celebra conmigo que hemos encontrado el amor verdadero, mírame a los ojos, y dime que no soltarás mi mano ahora que me aferro a ti con el alma. Y yo te abrazaré como nunca cada vez que llores. Y te sonreiré cuando no te sientas segura. Y apoyaré tus más locas decisiones. Y me tatuaré la llave de nuestro amor, en el lado opuesto de tu nombre, en el costado derecho, para sellar mi corazón de una vez, protegiendo mis pulmones, mi oxígeno, mi sangre, mi corazón. Tú... Tú, que me haces brillar. Te amo, Marta.

1 de octubre de 2013

"Bi"Sexualidad.

Hoy, después de al menos 5 años sabiendo de mi adoración hacia las mujeres, puedo decir claramente que mi sexualidad ha llegado a su última fase. Y digo, abiertamente y orgullosa de ello, que soy lesbiana.
Vivimos en una sociedad hetero 'por defecto'. Desde que nacemos, pasamos por una serie de tópicos. 
Si eres niño, te regalarán balones, Action Man's, juegos para la Play. Te apuntarán a fútbol y te hablarán de chicas.
Si eres niña, te regalarán vestiditos, peluches, Barbies, y cocinitas. Te apuntarán a baile y te hablarán sobre chicos.
Yo, como todas las niñas de esta época, he crecido pensando en chicos. Pensando en cuál me gusta, con cuál salir... Aunque en toda mi vida, de 'novio's, solo he tenido uno o dos hasta la Secundaria. Fue cuando empecé 2 de secundaria que me di cuenta de que esa obsesión por Jennifer Garner y por Jessica Alba... por Maite Perroni de la serie Rebelde cuando era pequeña, no era "normal" en niñas de mi edad. Cuando yo era pequeña (hablamos de 4 de primaria, más o menos) tenía una obsesión desde párbulos con una niña de mi colegio, y no fue hasta hace poco que me di cuenta de ello. Cuando las niñas de mi clase cantaban Carlos Baute y Juanes (por poner algun ejemplo), yo cantaba Madonna y Dover. Mientras todas hablaban en el patio yo jugaba con los niños. Y hacía bocetos de graffitis. Al contrario de todas ellas, yo no llevaba faldas, ni bolsos. Vestía chándales y deportivas. Y jugaba a fútbol con los niños de mi barrio.
Aun así, nadie me enseñó a fijarme en las mujeres. Solo me dejaron ser como yo era, y dejaron que la sociedad me llevara por el camino 'por defecto'. 
Seguro que todas las homosexuales os sentís identificadas con esto.
Fue al conocer a una chica bisexual que acabó siendo mi mejor amiga, lo que me hizo comprender a mujeres que amaban a mujeres.
Entonces todo encajaba dentro de mí. 
En esa época vi una serie, Buffy Cazavampiros, donde una pareja de mujeres hermosas me enseñaron que el amor entre el mismo sexo es posible.
Hasta entonces no me había dado cuenta de ello, ya que lo normal (por decirlo de alguna manera) era que me fijase en los chicos, aunque entonces el único 'hombre' de mis sueños era el cantante de Tokio Hotel.
Entonces, yo, desubicada y desorientada, pensé que debía ser bisexual, y escribí este blog con tal nombre.
Y ahora, a mis 17 años y en una relación de casi 2 años, me doy cuenta de que realmente no me atraen los hombres. He tardado, sí. Pero toda la vida me había fijado en las mujeres, sin ni siquiera darme cuenta.
Y ahora lo sé.
Y veo a mi novia, mi vida, mi mujer dormir a mi lado y muero de ternura. Y son sus caricias las que me hacen llorar de felicidad. Felicidad al saber que finalmente hay alguien que sí me llena. Alguien que me corresponde, que me atrae físicamente y me hace sentir que no estoy en el mal camino. Alguien que no vive en la distancia, sino que está a mi lado día a día.
Así que al fin puedo cambiar la dirección de mi blog. 'Diario de una nueva promesa', será la  nueva dirección.
Sí, soy lesbiana.

16 de noviembre de 2012

Te lo prometo.

Marta, amada mía… Te prometo la vida eterna. Y, con esta promesa, te prometo que la cumpliré. Y prometo también asegurarme de que se cumpla. Te prometo vivir eternamente junto a mi alma, en mi corazón. Con mi amor.  Pero con una condición… Tienes que amarme, como tú prometiste, durante el resto de tu vida. Y este juramento quedará por siempre aquí, entre nosotras. Nadie podrá romperlo. Juro también amarte tanto o incluso más como tú me ames a mí. Pero, si tú dejas de amarme… Si rompes esta palabra, dejaré de amarte yo también. Para siempre. Pues si tú no me amas, ¿de qué sirve? Moriré. Conmigo, morirá mi alma. Y ya no podré hacer justicia… dime que no lo romperás. Pues no podré seguir viviendo. Quedaré sola en el vacío, en el cielo o el infierno, o en un estado intermedio… como sea. Pero sea lo que sea eso, no será vida. No habrá vida, no mientras tú no me ames. Así que intenta hacerlo, dijiste ‘capaz’, ¿no...? Cúmplela, cumple esa promesa… No quiero morir, y prescindir de tu amor, no quiero… Quiero abrazarte, besarte a diario. Quiero tu amor, lo necesito… Es el aire que respiro, la esencia de mi ama, la sangre que corre por mis venas, mi aliento, mi bebida, mi alimento, mi gravedad, mi mundo, mi vida, mi universo, mi día, mi noche, mi mañana, mi tarde… Lo es todo. No puedo prescindir, no, lo siento. Te obligaré a amarme, insistiré hasta la muerte… Pues será dulce si es contigo. Sino, no la quiero… Quédate mi alma… Quédatela. Devuélvemela si pierdes. No la quiero. Te amo…. ‘I promise’. I promise to love you every single day, every single night, every single moment of my life. Lo prometo… Prométeme esa vida juntas. Promete amarme eternamente. Promete cumplir la promesa. Prométeme amor eterno, pero hazlo ya… Y te prometeré cumplir esas promesas. Te prometo mi vida. Te prometo todo. Te lo prometo. No son solo promesas, es un juramento. Un juramento de amor. Y hoy, aquí y ahora, te doy mi palabra. Mi palabra, cuando te digo que te amaré eternamente. Por siempre. Cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo… Cada momento de mi vida. Te amo, mi amor, mi vida, mi mundo, mi todo… Te amo. Te lo prometo.

12 de noviembre de 2012

Dulce apocalipsis...


Yacimos juntas bajo las dulces sábanas, nosotras y nuestro amor, olvidando el exterior de esas cuatro paredes que contenian y aguardaban el secreto de nuestras almas haciendo el amor durante toda la fría noche. Nuestros labios no perdían el contacto, ignorando la cruel realidad que aguardaba tras la ventana entreabierta frente a la cama. Envenenadas por el dolor de la despedida, nuestros cuerpos se acariciaron por última vez y con un beso de amor pronunciamos las palabras "te amo" una vez más. Ambas cerramos los ojos, sintiendo como nuestra sangre se derramaba sobre aquella cálida cama, inundando la sala del recuerdo. Aquel fué el último amanecer que nuestros ojos presenciaron, viviéndolo como el primero.
El mundo, el cuel mundo acabó con nosotras, con nuestra realidad. Nos perdimos en nuestros besos, nuestros sentimientos salieron a la luz por completo. Hicimos el amor hasta nuestro último aliento, y así nuestros cuerpos se apagaron en un momento de a la vez, libertad.
Sentí com onuestros corazones dejaron de latir, como nuestras respiraciones bajaban el ritmo hasta desvanecerse y una muerte así, juntas, sin dolor, hacía que la muerte no fuera tn mala. Hacía que fuera algo dulce. Con las espinas clavadas en todo nuestro cuerpo ensangrentado y tras hacer el amor y beber y besar el veneno (que era a la vez el néctar de la salvación) hizo que nuestras almas quedasen liberadas, y más tarde se reunirían en otra vida para poder empezar todo otra vez...


22 de julio de 2012

Amor, amore, love, liebe, amour, kärlek...


Besarla y sentir que tu mundo flota. Cerrar los ojos en ese beso y que se vayan todos tus problemas. Desaparecer por completo al sentir sus labios en los tuyos. Al sentir todo su amor. Querer morir en ese beso, en sus labios. Mirarla de pies a cabeza y pensar 'ella será la madre de mis hijos'. Morder tus labios al ver los suyos, sonreír al ver su sonrisa, bajar la cabeza al cruzarse tu mirada con la suya. Pensar en pasar mil noches con ella. Dedicarle palabras de amor y ser feliz al hacerla feliz a ella. Escuchar, escribir, decir, pensar o imaginar su nombre y estremecerte.. Marta.. Que su voz te parezca el más hermoso sonido. Decirle 'te amo' cada cinco minutos. Querer respirar su aire, que ella sea tu oxígeno. Pensar en qué estará haciendo, pensando, sintiendo, viendo, en qué llevará puesto, que estará escuchando, leyendo o mirando. Escuchar su voz y estremecerte, quedarte plasmada al mirarla, abrazarla y no querer soltarla nunca, sentir su alma solo con estar cerca de ella, coger su mano y desear que todo lo demás desaparezca. Querer secuestrarla y besarla hasta que el mundo acabe, que el planeta explote, que los mares y océanos se sequen, que el sol se apague, que las nubes se deshagan, que la tierra arda, que todo a tu alrededor se derrumbe, que mueran todos los insectos de la Tierra, que la luna caiga, que el universo se consuma, que la electricidad se agote, que cada bebé por nacer nazca, que el tiempo se pare, que la atmósfera, hidrosfera, geosfera y biosfera se hagan una, hasta que se acaben todos los chistes de todos los países, que no existan los colores... Hasta morir. Querer besarla, hasta morir. Y que todo estalle dentro de ti al imaginar que hacéis el amor, al recordar su sonrisa, al rozar su piel, al ver una notificación suya, al dedicarte palabras hermosas, al pensar en lo afortunada que eres por tenerla, al besarla, abrazarla, tocarla, sentirla, mirarla, pensarla, imaginarla, verla, al estar con ella. Eso es amor. 

5 de julio de 2012

Momentos

Hay momentos en los que te olvidas del mundo. Olvidas todo lo que te rodea: amigos, familia, vecinos, conocidos, tu mascota, las casas o bloques de tu alrededor... Momentos en los que recuerdas pequeños fragmentos de tu vida, recuerdos. Pequeños momentos que se quedaron en ti, en piezas. Unos te hicieron feliz en su momento, otros te hundieron. Es como leer tu diario... Piensas en lo que tenías antes, y lo que tienes ahora. Con suerte, y yo tengo suerte, pensarás '¿Donde ha estado ella toda mi vida?'. Piensas en todo lo que has perdido y ganado en tu vida, te preguntas si lo compensa. Y a veces solo con tener a alguien a tu lado en quien pensar, y dedicar unos minutos para absorberte completamente en tus recuerdos, vale la pena haber perdido miles de batallas. Alguien por quien valga la pena luchar. Alguien que te anime a salir adelante, alguien por quien decir 'me voy a esforzar'. Hubo una temporada en mi vida en la que pensaba 'no tengo a nadie, no voy a salir adelante. No tendré una familia, ni trabajo, porque seré una fracasada. Si nadie me ha querido y cuidado de verdad hasta ahora, ¿quién lo va a hacer?'. Y es increíble como llega un día en el que te despiertas, y nada es como el día anterior. Te levantas de la cama sintiéndote mejor persona, y algo dentro de ti te dice que no está todo perdido. Sin saber cómo ni por qué, te pones en el ordenador y solo buscas a una persona. Y te preguntas a ti misma '¿es el amor?'. Sonríes, e intentas ahogar los nervios al pensar '¿le hablo? ¿no le hablo?'. Seis, o siete meses después de eso, volviendo atrás en tu mente y recordando los nervios y la felicidad que un día esa persona te hicieron sentir, piensas 'era el amor'. Recuerdas cada momento con esa persona, como ella te salvó la vida. Cómo hizo que volvieras a sonreír, a recuperar la esperanza. Y todo, de un día a otro. Es ese maravilloso día en el que nada más levantarte solo piensas en ella, y te das cuenta de que estás enamorada. Desde el día en el que empezaste a sonreír como una niña pequeña, hasta ahora. Te paras a pensar en todo lo que piensas, en lo increíble que es todo. En que habías olvidado por completo qué era sentirte sola y sin esperanzas. Solo, solo con tener a esa persona que llena todo el vacío que un día alguien dejó en ti, en tu alma. Y solo deseas que esa persona a la que amas, esté a tu lado para siempre... Piensas en lo especial e imprescindible que es el amor en tu vida. Piensas en sus gestos, su sonrisa, su piel, su perfume, sus caricias, su mirada, sus labios... Y te das cuenta de que no quieres perder eso, nunca. Y toda tu vida ha cambiado desde esa primera sonrisa. De golpe un día encuentras el amor, y ya no necesitas nada más... Tu felicidad, tu ilusión, tu esperanza... Todo crece en torno al amor. Deseas todo lo que antes no deseaste, sientes que todo es nuevo, y piensas 'Sí... Es el amor de mi vida.'.
Dicen que no debes arrepentirte de algo que en su momento te hizo feliz. No me arrepiento de nada. Porque si no me hubiera equivocado antes, si no hubiera sufrido tanto por amor y por la amistad, si no hubiera actuado como actué, no estaría aquí, ahora. No sería lo que soy. No sentiría lo que siento. No estaría con ella... No habría conocido el amor de verdad. Lo que es querer proteger y cuidar de alguien las 24 horas del día. De lo único que me arrepiento, es de haber dado el primer beso, y todo lo demás. Todo lo que siento ahora con ella no es comparable con lo que llegué a sentir en su momento. Todo lo que hago con ella lo siento como si no lo hubiera sentido antes. Ella es la primera en todo. Algún día leeré todo esto a mis hijos, y les hablaré del amor. Les enseñaré a cometer errores e imperfecciones, a vivir como ellos quieran vivir, a no dejarse influenciar, a dejarse llevar por ellos mismos y no por lo que le dicten los demás. Tal vez su vida pueda llegar a ser dura... La vida de toda persona ha sido dura en algún momento. Pero, en cuanto a valores y principios, amor, cariño y apoyo, a mis hijos no les faltará nada. Nunca. Les enseñaré a vivir cada momento, a arriesgarse y tomar precauciones a la vez. Todo lo que aprendí por mi misma, todo lo que sentí por mi misma... Quiero que ellos lo sientan tal y como yo lo siento con ella. 

5 de mayo de 2012

Una y otra vez, sigo con mi castigo.

Es como si a nadie le importan realmente mis sentimientos. Como si, por mucho que me digan 'no voy a hacerte daño', toda palabra se la lleva el viento. Es como si cada vez que estoy bien, viene algo que me derrumba. Y cada vez, ese 'algo' es mayor. Lloro por nada y por nadie, porque realmente solo son los fantasmas de mi oscuridad que rondan a mi alrededor. Decepción cuando, incluso tu mejor amiga... Decepción cuando jamás hubieses imaginado la situación. Y que la única persona a la que necesitas, la única que puede animarte, no se te esté permitido verla... Intentas dejar claro que estás mal, y aún así siguen y siguen. A nadie le importan los problemas de los demás, al menos no los míos. Juegan con mis sentimientos de esta forma, mientras mis lágrimas caen y yo sello mis labios para no pronunciar ni un sonido que pueda significar dolor, ellos se alimentan más y más de mi alma. He llegado al punto de debilidad en el que, después de tres semanas, vuelvo a caer en la tentación. Mi cuerpo lucha contra mi alma para abandonar el dolor, un dolor que crece dentro de mi. Y lucho contra la tentación, pero solo soy un débil eslabón. Caigo, simplemente... caigo. Caigo en la perdición, en la locura, caigo en el miedo, en la desesperación... Caigo al vacío. Y, ¿quién va detrás de mi? Nadie. Solo quien sepa leer y comprender mi retorcida y cruel mente, solo quien de verdad me conozca, sabrá que literalmente, mi corazón está sangrando sobre este teclado. Ante esta pantalla. Ante unas palabras tan llenas de dolor como un alma atormentada. Engullida por tu propio miedo y la desesperación, sientes como cada gota cae desde tu corazón, desde lo más profundo, caen en forma de lágrimas. De palabras. Caen, simplemente, caen. Caen a la vez que cae mi alma, destrozada, al igual que mi corazón hecho añicos por momentos. Sumida en mi propia depresión, en mi propio tormento, desaparezco entre las sombras para dar paso a todo lo que tú has querido. Tú, alma abstracta, que vagabundeas por mi mente día y noche. No es nada más que una simple esencia, algo que me envuelve y me deja atónita con cada pasada. Nada es real ahora que no puedo creer. No tengo fe en nada, y las pocas gotas de esperanza residentes en mi, se apagan. Se funden. Se evaporan, desaparecen... Y es que todo en esta vida es tan irónico. Martillazo tras martillazo, lágrimas, sangre, dolor, decepción tras decepción. Siempre la misma historia. El valor se ha perdido en mi vida. Ya no queda nada, solo... esconderme, huir. Huir del mundo como huyo de mi propio dolor mediante mis pequeños secretos, 'hobbys'. Cada uno de mis textos estará incompleto si no dejo una parte de mi dolor, pues siempre está presente. Todo a tu alrededor, TODO APESTA. Todo es dolor, dolor, dolor, dolor, dolor... Intento engañarme a mí misma pensando que todo va bien. Intento convencerme porque sé que es así. Pero entonces... aparece otra vez esa decepción. Ya sea por una u otra persona. Pero, da igual.. ¿Qué más da? ¿A caso nuestro propio dolor es importante? Bueno, el mío no lo es. Palabras clavadas en mí como puñales, y nadie tiene ni idea de lo que hablo. Una de las dos almas que me están matando por dentro, lo sabe. Pero, ¿le importa? Claro que no. Solo... sigue, y sigue. Persiguiendo mi alma, buscando acabar conmigo del todo... Palabras necias, vacías...